En los últimos años hemos presenciado conmociones extraordinarias, y las personas de edad se han encontrado a menudo en el epicentro de las crisis.
Estas personas son especialmente vulnerables a una serie de problemas, como la pandemia de COVID-19, el agravamiento de la crisis climática, la proliferación de conflictos y el aumento de la pobreza.
Sin embargo, ante estas amenazas, han demostrado una resiliencia extraordinaria que nos sirve de inspiración.
En 2030 habrá 1.400 millones de personas mayores de 60 años.
Como sociedades y como comunidad global, debemos afrontar la problemática de la longevidad y liberar su potencial.
Debemos promover la inclusión social, económica y política de todas las personas, a cualquier edad.
Este compromiso está consagrado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El aprendizaje permanente, una sólida protección social, una atención sanitaria de calidad y accesible a largo plazo, la reducción de la brecha digital, el apoyo intergeneracional, la dignidad y el respeto son elementos esenciales.
Las personas de edad son una fuente excepcional de conocimientos y experiencia.
Debemos esforzarnos por conseguir que estén activos, participen plenamente y aporten contribuciones esenciales.
Juntos, construyamos sociedades más inclusivas y adaptadas a las necesidades de las personas de edad y un mundo más resiliente.
Muchas gracias.