Hoy se está poniendo a prueba nuestra organización como nunca antes.
Pero las Naciones Unidas se crearon para momentos como este.
Ahora, más que nunca, tenemos que hacer realidad los valores y principios de la Carta de las Naciones Unidas en todos los rincones del mundo.
Dándole una oportunidad a la paz y poniendo fin a los conflictos que hacen peligrar la vida y el futuro de las personas y el progreso mundial.
Trabajando para acabar con la pobreza extrema, reducir la desigualdad y rescatar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Salvaguardando nuestro planeta, especialmente superando nuestra adicción a los combustibles fósiles y poniendo en marcha una revolución de las energías renovables.
Y equilibrando por fin la balanza de las oportunidades y la libertad de las mujeres y las niñas y velando por los derechos humanos de todas las personas.
Hoy, que conmemoramos el Día de la ONU, renovemos la esperanza y la convicción de lo que puede lograr la humanidad cuando trabajamos codo a codo, en solidaridad mundial.