El Gobierno de Panamá ha atendido de manera certera la emergencia sanitaria generada por el COVID-19. La rápida coordinación y liderazgo del Gobierno Nacional, así como la conformación de un equipo interinstitucional ha sido clave para proteger muchas vidas en el país.
Para el Sistema de las Naciones Unidas todas las vidas son importantes, y nuestro principal objetivo, es que ninguna persona se quede atrás. Por tal razón, desde que se anunciaron los primeros casos de COVID-19 a nivel internacional, la ONU en Panamá ha venido apoyando técnicamente al Gobierno Nacional en la preparación de la respuesta a COVID-19.
El liderazgo de la oficina de la Coordinación Residente, ha sido vital porque ha permitido coordinar, integrar y fortalecer la respuesta del Sistema de las Naciones Unidas en el país para atender la emergencia por el COVID-19 en materia de salud, social, económica y en la protección del medio ambiente. La respuesta integrada del Sistema de las Naciones Unidas en Panamá busca alinear esfuerzos para que ninguna persona se quede atrás ante la emergencia del COVID-19, especialmente, aquellas personas que se encuentran en situaciones de mayor vulneración de derechos.
El acompañamiento técnico en materia de salud sobre COVID-19 ha sido dirigido por la OPS/OMS. De igual modo, agencias, fondos y programas como UNODC, ONUSIDA, UNICEF, OCHA, FAO, PNUD, y la oficina de la Coordinación han sumado esfuerzos a través de la entrega de materiales de bioseguridad a las autoridades nacionales para atender la emergencia en todas sus esferas.
Para garantizar la educación de niños, niñas y adolescentes, UNICEF, UNESCO y PNUD han estado trabajando en coordinación con el Ministerio de Educación en la búsqueda de soluciones que permitan a todos los niños y adolescentes continuar su educación, especialmente aquellos niños y niñas que no cuentan con el acceso a tecnología en las comunidades rurales, indígenas y en zonas urbanas en las que habitan personas de escasos recursos. Del mismo modo, la FAO y el PNUD están trabajando en el diseño, la implementación y el monitoreo del programa "Estudiar sin hambre".
En los temas relacionados con la prevención de todo tipo de violencia, especialmente contra mujeres, niñas y niños, agencias como UNFPA, ONU Mujeres, UNICEF y PNUD están trabajando con las autoridades nacionales para garantizar que los servicios para mujeres, niñas y las adolescentes víctimas de violencia se brinden a tiempo y con el enfoque de derechos humanos.
Del mismo modo, el UNFPA, la Oficina de la Coordinación Residente en colaboración con las agencias miembros del Grupo de Género de las Naciones Unidas, entre estas ONU MUJERES, PNUD, UNICEF, entre otras junto con el Ministerio de Desarrollo Social, el Instituto Nacional de la Mujer y la Secretaría Nacional de Infancia, Adolescencia y Familia (SENNIAF) han desarrollado una campaña de comunicación digital para proveer información sobre la prevención de la violencia contra las mujeres, las niñas y las adolescentes.
ONU Mujeres y el PNUD han trabajado en un estudio sobre el impacto socioeconómico de la carga del trabajo no remunerado sobre las mujeres durante el COVID-19. Ambas agencias, acompañan técnicamente a las autoridades nacionales para garantizar que el enfoque de género se incluya en la respuesta socioeconómica a COVID-19.
ONUSIDA, el PNUD y el UNFPA han unido esfuerzos para garantizar el suministro de tratamiento retroviral a las personas que viven con VIH durante la emergencia COVID-19, especialmente, aquellas personas que viven en las áreas apartadas de la ciudades y que por las dificultades económicas y restricciones de horarios les sería difícil acceder a sus tratamientos durante la cuarentena.
Las casi 2,500 personas migrantes que cruzaron la frontera entre Panamá y Colombia, antes del cierre de las fronteras internacionales, también se han visto gravemente afectados. Para garantizar su protección, alimentación, salud e higiene, organismos como la OIM, el ACNUR y el UNICEF han trabajado en estrecha coordinación para garantizar alimentos, vivienda, vestimenta, protección, salud, lavado de mano e higiene. Las personas que requieren protección de asilo reciben apoyo y orientación del ACNUR.
Por su parte, UNFPA y ONUSIDA están brindando asistencia técnica para garantizar que las mujeres migrantes embarazadas tengan sus derechos de salud sexual y reproductiva garantizados, incluidas las mujeres VIH positivas.
Las personas privadas de libertad, incluidos hombres, mujeres y adolescentes, tampoco se han quedado atrás. La coordinación de agencias como UNODC, PNUD, ONU Mujeres, OACNUDH, ONUSIDA y UNFPA ha sido relevante para garantizarles un trato digno durante la emergencia.
ONU Mujeres, UNFPA, UNODC y PNUD han proporcionado suministros de higiene personal para los Centros de rehabilitación de mujeres, los Centros de Privados de Libertad de adultos y los Centros de Cumplimiento de adolescentes. Además, UNODC y ONUSIDA trabajan en coordinación con el Ministerio de Gobierno para garantizar que las personas privadas de libertad tengan acceso a la salud en medio de COVID-19.
FAO está apoyando técnicamente al MIDA y el MIDES en la inclusión de familias productivas en la respuesta socioeconómica nacional, contribuyendo a la seguridad alimentaria de las familias que viven en comunidades indígenas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) donó un sistema de calentamiento solar de agua al Hospital Modular COVID-19. El sistema basado en energía solar genera hasta 1.200 litros de agua caliente por día para la higiene y limpieza del hospital.
El PNUD dirige la preparación del estudio socioeconómico del impacto de COVID-19 en Panamá con el apoyo técnico de todas las agencias, programas y fondos de la ONU.
La emergencia de COVID-19 ha enfatizado la importancia de tener un Sistema de Coordinación de Desarrollo de las Naciones Unidas fuerte en Panamá para garantizar que no dejamos a nadie atrás.
La ONU reafirma su compromiso de acompañar a Panamá y a toda su población durante la emergencia y proceso de recuperación post-COVID-19 para juntos alcanzar la Agenda 2030.